Crónicas de Caza

Instalación (zinc, madera, resina, laminilla de oro, bombilla).
250 x 220 x 200 cm.
Exposición La Vorágine, abril-julio de 2015.
Galería OMR, Mexico D.C

 

“Mas yo no compadezco al que no protesta, un temblor de ramas no es rebeldía que me inspire afecto. ¿Por qué no ruge toda la selva y nos aplasta como a reptiles para castigar la explotación vil? ¡Aquí no siento tristeza sino desesperación! ¡Quisiera tener con quién conspirar! ¡Quisiera librar la batalla de las especies, morir en los cataclismos, ver invertidas las fuerzas cósmicas! ¡Si Satán dirigiera esta rebelión!”

 José Eustasio Rivera. La Vorágine, 1924, p.186

Vorágine en el imaginario colombiano es sinónimo de manigua, espesura de la selva, de monte y matorral, del lugar donde están las fieras, pero también la guarida donde se refugian los forajidos, las guerrillas. La Vorágine de José Eustasio Rivera, texto insigne de la modernidad literaria en Colombia, publicado en 1924, es la razón de que esta palabra, que significa remolino en aguas quietas, haya transitado a una lógica azarosa del misterio que encierra la abundancia desmedida de la amazonia. Esta es una novela que muestra a través de una limpia narrativa a la sociedad colombiana de principios del siglo XX. La relación entre la novela y el título de la exposición en la galería OMR no es gratuita. La muestra presenta una selección de artistas colombianos contemporáneos que aborda, al igual que el texto de Rivera, cuestionamientos acerca de la representación de la nación, estableciendo de esta manera una triada entre arte-política-narración.

La exhibición cuenta con la participación de Fredy Alzate, Carlos Castro, Leidy Chávez, Juan Manuel Echavarría, Juan Fernando Herrán, José Horacio Martínez, Delcy Morelos, John Mario Ortiz, Fernando Pareja, José Alejandro Restrepo, Abel Rodríguez, Adriana Salazar. En sus trabajos se aprecia, como constante, el ejercicio narrativo que en momentos de crisis sirve como depurador de hechos, y que a su vez, enmarcado en el campo del arte construye una dimensión poética de la realidad. En este contexto, el ámbito de la producción artística colombiana no abandona el mapa espacial de su existencia; al contrario, busca la invención del paisaje sociocultural para realizar una confrontación que fundamente nuevos o transformados conceptos de realidad y otras dimensiones de lo posible.

Las obras presentadas en esta Vorágine incitan a la exploración del campo fértil de construcciones simbólicas como la tradición y el territorio, necesariamente narradas. Constituyen elementos reiterados que el arte contemporáneo de nuestras latitudes usa para cuestionar, interpretar y fundar ideas sobre el ser, la sociedad, y los espacios de la vida misma, que resuenan en lo que entendemos por nacional; es inconcebible una idea de nación moderna o contemporánea sin narración.

En el año 1995, el Museo del Chopo presentó la exposición Por mi raza hablará el espíritu (Lema de la Universidad Nacional Autónoma de México, de José Vasconcelos). Un encuentro que conjuntó el trabajo de artistas mexicanos y colombianos y cuya idea era acercar los discursos para encontrarse en las diferencias intrínsecas de los artistas. Hoy, veinte años más tarde de esta experiencia, en la que participaron tres de los artistas ahora presentes, la realidad social y política nos ha acercado más que nunca para darnos cuenta que el arte es una herramienta con la que nos podemos ver y, tal vez quizá, encontrar.

Oscar Roldán-Alzate, Curador y Director de Extensión Cultural de la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia

Jorge Lopera Gómez, Co-curador

https://omr.art/entrada-catnew/

 

“I do not pity those who do not protest, a tremor of branches in not a rebellion that inspires me affection. Why does the jungle not roar and crush us like reptiles to punish the vile exploitation? Here I do not feel sadness but despair! I would like to fight the battle of species, die in the cataclysms and see the cosmic forces inverted! If only Satan could lead this rebellion!”

                                                                                                          José Eustacio Rivera. La Vóragine, 1924 p. 186

Colombian imagery, La Vóragine is synonymous for tropical forest and dense jungle, for bush, scrub, and a place of wild animals; but it is also the hideout where outlaws and guerrillas shelter. José Eustasio Rivera’s La Vóragine, a notable text in Colombian literary modernity published in 1924, is the reason why this word that originally means maelstrom in still water has moved to a random logic of the mystery that holds the excessive abundance of the Amazon. This is a novel that shows the Colombian society of the early 20th century through a clean narrative. The relationship between the novel and the title of the exhibition is not unjustified. The show presents a selection of Colombian contemporary artists who, as Rivera’s text, approach questions about national representation, thus establishing a triad between art, politics and narrative.

The exhibition features artists Fredy Alzate, Carlos Castro, Leidy & Fernando, Juan Manuel Echavarría, Juan Fernando Herrán, José Horacio Martínez, Delcy Morelos, John Mario Ortiz, José Alejandro Restrepo, Abel Rodríguez and Adriana Salazar. There is a constant narrative exercise in their work that serves as a scavenger of facts in times of crisis and, at the same time, framed within the field of art, builds a poetic dimension of reality. In this context, the sphere of Colombian artistic production doesn’t leave the spatial map of its existence; it rather seeks to invent the sociocultural landscape to create a confrontation that lays the foundations for new or transformed concepts of reality and other dimensions of the possible.

The works presented in La Vóragine encourage the exploration of the fertile field of symbolic constructions like tradition and territory, necessarily narrated. They constitute the repeated elements that contemporary art from our latitudes uses to question, interpret, and establish ideas about the self, society, and the spaces of life itself, which resonate in what we understand as national, as the idea of modern or contemporary nation can’t be conceived without narrative.

In 1995, Museo del Chopo presented the exhibition Por mi raza hablará el espíritu (The Spirit Shall Speak for My Race, which is the motto of the National Autonomous University of Mexico, by José Vasconcelos); an encounter that gathered the work of Mexican and Colombian artists with the idea of approaching discourses in order to meet in their intrinsic differences. Today, twenty years after this experience that involved three of the artists also present in this exhibition; social and political reality has brought us closer than ever to realize that art is a tool with which we can see each other, and perhaps, find each other.

 

Oscar Roldán-Alzate / Curador

Director Extensión Cultural. Universidad de Antioquia en Medellín Colombia

Jorge Lopera Gómez / Co-curador

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